¿De dónde surgió el rumor del fin del mundo?
Por : Rolando Paucar Físico Nuclear
Peru21.pe.- El circo mediático causado por la cercanía a la fecha en que se cumpliría la profecía descrita en el calendario Maya, y que marcaría ineludiblemente el fin del mundo o una catástrofe similar, mantiene en incertidumbre a la población mundial, la misma que se ve incrementada por la información apocalíptica que circula en los diferentes medios de comunicación.
Todo esto pese a que la NASA ha salido a desmentir categóricamente los argumentos de quienes sostienen que, el próximo 21 de diciembre, la Tierra será colisionada con algún objeto externo que podría ser el planeta Nibiru o un asteroide, o que la Tierra caería en un agujero negro o que la gran actividad solar revertiría el campo magnético de la Tierra.
¿De dónde surgió el rumor del fin del mundo? El culpable es un ufólogo ruso (¿recuerdan a las dos señoras rusas ufólogas que pronosticaron fallidamente un terremoto en el Perú?), autor de una novela en donde un supuesto planeta Nibiru colisionaría con la Tierra en mayo de 2003. Como tal hecho no sucedió en la fecha prevista, se corrió estratégicamente al 21 de diciembre del 2012, fecha que coincide con unas malinterpretadas predicciones Mayas.
Así, esta nueva fecha cumple con todos los requisitos necesarios para alimentar el lado supersticioso que muchos tienen, al no encontrar respuestas comprensibles a hechos que forman parte de la naturaleza que nos rodea.
Científicamente, no existe asidero que respalde tales predicciones. Sobre las tormentas solares es importante informar a la opinión pública que desde el origen del Sol se producen tormentas solares, aunque también es verdad que ahora el sol de encuentra en una fase de gran actividad. Estos fenómenos son hoy en día más perceptibles debido a las nuevas tecnologías.
Por esa razón podrían presentarse problemas en las telecomunicaciones, sistemas de navegación, los GPS, servicios de electricidad, pero no podría causar directamente daño a las personas. Una tormenta solar es, en síntesis, la liberación explosiva de energía radiactiva y cinética que se encuentra almacenada en forma de campos magnéticos y que al sufrir perturbaciones sale expelida a grandes velocidades.
La Tierra tiene un escudo protector (campo geomagnético) que dirige a estas partículas para que ingresen por los polos. Sobre la existencia del tal planeta Nibiru, la NASA ha sido enfática al desmentir su existencia así como de otro objeto que al chocar con la Tierra cause un daño irreparable.
Si usted insiste en creer que el final está cerca, le propongo cambiar de perspectiva para este 21 y aprovechar la ocasión para hacer algunos cambios que bien le harían al planeta. Todos somos conscientes de los efectos del cambio climático y cómo afectan nuestras vidas, y si no hacemos algo serían incorregibles.
Así que en lugar de prepararnos para un catastrófico y cercano final de la Tierra, no apuremos su deterioro poniendo nuestro granito de arena. No se trata de caer en el mismo error al hacer predicciones superfluas en torno al futuro de la Tierra, pues estaría cayendo en el mismo círculo vicioso que previamente he criticado. Lo que sí propongo es decidirnos a realizar cambios que hagan de esta nuestra gran casa, la Tierra, un lugar cada vez más limpio seguro y habitable.